Entiendo y reconozco la parte tremendamente exportable de estas aventuras de Tadeo Jones, pero a la misma vez eché de menos algo diferenciador en medio de una película que se torna demasiado infantil para mí.

El principal problema es que no veo sentido a la película desde el punto de vista del aporte. Es decir, veo Tadeo Jones y principalmente siento que estoy perdiendo el tiempo. A la trama y personajes infantiles tengo que sumar una animación buena pero que todavía lleva años de retraso con respecto a las grandes películas de animación de los últimos años. Reconozco el mérito, no nos engañemos, porque visualmente se ve bien, pero el hecho de que sea un producto nacional no hace que sea más benevolente a la hora de evaluarlo, y no me cabe la menor duda de que si esa banderita roja y amarilla que acompaña al título fuera una de barras y estrellas, su nota caería más de un punto.

Como digo, está bien la intención de hacer un producto exportable que colaría en la sala de cine de cualquier país, pero hubiera preferido algo un poco más castizo para diferenciarse, puestos a hacer algo propio, como hiciera la genial película de animación de Mortadelo y Filemón contra Jimmy el Cachondo. No veo razón para perder el tiempo con Tadeo Jones existiendo lo que ya existe.