Parece mentira que de una película inmejorable Robert Zemeckis pueda ir unos cuantos pasos más allá y consiga firmar una de las mejores producciones de la década de los 80. Regreso al Futuro II es la consagración de una saga que ya era grande en su primera película, pero que tiene en esta segunda parte unas cuantas vueltas de tuerca más.

Porque la película contesta a muchas de las preguntas que te podías hacer durante la primera película, y además tiene una buena parte en el futuro para deleite de los fans que ansiaban ver algo así. Regreso al Futuro II cuenta con tres bloques que viajan por el pasado, por el futuro y hasta por un presente alternativo. Un jaleo que puede pintar mal en principio pero del que Robert Zemeckis construye un verdadero arte.

Es recomendable ver la película teniendo reciente la primera para disfrutar de todos los guiños y aprovechar todas las situaciones que ofrece. Un entretenimiento en un género que debería volver de alguna forma, aunque da la sensación de que ese encanto es irrecuperable. Una película familiar pero con una calidad enorme, y de las pocas que consigue meterse en un berenjenal y salir tan bien parada. Muy pocas cosas que reprochar.