Intento ser justo con una película que si hubiera visto sin haber sabido nada de la maravilla original que es Abre los Ojos probablemente me hubiera gustado. De la misma manera, soy plenamente consciente que en ese supuesto simplemente me hubiera gustado y en ningún momento se hubiera quedado como sí hizo la original.

Cameron Crowe por lo menos muestra algo de respeto por la película original y recrea muchas de las partes que veíamos sin más. No sólo situaciones, sino también planos diálogos y en general sensaciones. El problema está en que lo poco que aporta es bastante mediocre, y a veces incuso indignante. En cuanto a los acotres Tom Cruise está regular, aunque nunca fue de mi devoción a pesar de que sus películas me gustan. Penélope Cruz está escandalosamente mal, y la única que salva sus papeles en este olvidable reparto es Cameron Díaz.

En Vanilla Sky además pasa algo extraño, y es que la música saca totalmente de las casillas al espectador. Si bien la selección de canciones es buena el momento que acompañan es casi siempre el inadecuado, moviendote de una situación dramática a una casi cómica. Además, la película es insípidamente estirada hasta llegar a una conclusión final que no está tan naturalmente llevada como la de Amenábar.

Una película mucho más mascadita y fácil que la original, con las mismas idas y venidas pero bastante más delimitadas para que el cerebro desentrenado no se pierda. Sin duda es peor que la original, y es como si Amenábar hubiera contratado el sueño que fue Abre los Ojos pero se hubiera torcido convirtiéndose en esto. Tampoco es tan mala por sí misma si conseguimos quitarnos por un rato una de las películas que marcaron casi un antes y un después en el cine español.