Star Trek es una buena película por sí misma pero pierde a la hora de la comparación en su contexto. De lo que podríamos decir que fue una carrera espacial cinematográfica en los años 70 Star Trek es un pilar fundamental que ha perdurado por encima de la propia serie de televisión.

Y cuando digo que pierde comparativamente lo hace porque Star Trek es mucho menos divertida que Star Wars. De hecho la película de Robert Wise están lejos de ser entretenida y más de uno será invadido por la pereza y el tedio. Es una película un tanto claustrofóbica que se desarrolla la mayor parte del tiempo en la sala de control de la Enterprise, y no es precisamente el lugar más acogedor del mundo. En el sentido comparativo está completamente falta de acción y casi que de ritmo.

Así que como podéis intuir Star Trek es una película mucho más sesuda que palomitera. En ese sentido el problema es que al también compararla con 2001 una odisea del espacio se queda en paños menores. Para resumir: es mucho menos divertida que Star Wars y mucho menos inteligente que 2001 una odisea del espacio. Se queda en el medio de ambas cosas y por ello no acaba por triunfar de la misma manera a pesar de ser una aceptable película de ciencia ficción.

Donde sí destaca incluso por encima de otras es en el espectáculo visual y de efectos especiales muy adelantados a su año. Todavía se ven imponentes los enormes escenarios generados y los efectos. Todo esto choca con el hecho de pasar demasiado tiempo en la pequeña nave y ver imágenes a través de las ventanas de la misma. Cuando el plan nos ofrece enormes panorámicas el contraste es demasiado grande y nos da la sensación de que podría haberse hecho algo mejor a la hora de equilibrar esto.

Una buena película que demuestra ambición aunque vaya haciéndose más aburrida con el paso del tiempo y con la llegada de otras mejores alternativas.