La verdad es que tengo que celebrar que el bajón que me ha pegado Scream se haya producido tan tarde y no antes. Tras una interesante Scream 4 que parece obviarse y que ya abrazaba la idea del reboot, llega esta Scream mucho más plana y poco interesante.

Es curioso que, de alguna manera, siga funcionando esa idea meta que lleva rodeando a Scream mucho tiempo, y que empieza a ser la verdadera imagen de marca. La peli dentro de la peli sigue siendo algo que se ve fresco en la saga, a pesar de que lleva acompañándonos mucho tiempo. Cada vez que veo una nueva película de Scream y sale el tema, siempre lo celebro y lo veo como algo diferente, cuando realmente es una idea que objetivamente empieza a estar agotada. Scream de 2022 parece un poco más inaccesible y estar un poco más enfocada a su público objetivo, pero lo cierto es que esta celebración del easter egg no me parece lo suficientemente justificable como para existir.

Sin ser una terrible película, sí que tengo la sensación de que me habré olvidado de ella de aquí a un mes.