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Voto de NeoJ:
6
5,3
7.072
8 de septiembre de 2013
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
No pasó mucho tiempo desde que Schwarzenegger abandonó el título de "actor de películas de acción por excelencia" hasta que llegara The Rock a recoger su cetro. Sed de Venganza es una película que bien podrías haberte encontrado en la filmografía del actor austriaco.
Una película de venganza americana. Si alguien se ha dedicado a ver todas estas películas coreanas sobre venganzas y todas esas cosa sabrá inmediatamente de qué estoy hablando. Sin embargo, dentro de lo vacío que es ya de por sí el género, ésta es una muy buena opción.
La película es como un coche potente privado de suspensión. Cuando hay una línea recta, acelera hasta llegar a la velocidad máxima en el menor tiempo posible, pero cuando viene una curva, se ve en serios problemas para salir de ahí con vida. The Rock hace muy bien esos momentos de llegar y pegar un tiro sin más historia, aunque a veces suelta frases lapidarias que, he de decir, sientan fenomenal a la película. Sin embargo, el actor patina en alguna escena emotiva que se presenta, en una de esas curvas argumentales que casi sacan al coche fuera de la pista.
Pero todo se mantiene en un misterioso juego de recompensa emocional. Incluso cuando aparece en pantalla el asesino contratado a sueldo y la cosa parece que se va a torcer también gana enteros. Es realmente divertido ver como The Rock saca de sus casillas al asesino perfecto sin hacer absolutamente nada.
Una película de relleno, y la verdad es que The Rock tiene ya demasiadas como para aspirar a algo más grande. A veces parece que se va a convertir en algo más trascendente, pero son falsas alarmas. Eso sí, el final, muy mejorable.
Una película de venganza americana. Si alguien se ha dedicado a ver todas estas películas coreanas sobre venganzas y todas esas cosa sabrá inmediatamente de qué estoy hablando. Sin embargo, dentro de lo vacío que es ya de por sí el género, ésta es una muy buena opción.
La película es como un coche potente privado de suspensión. Cuando hay una línea recta, acelera hasta llegar a la velocidad máxima en el menor tiempo posible, pero cuando viene una curva, se ve en serios problemas para salir de ahí con vida. The Rock hace muy bien esos momentos de llegar y pegar un tiro sin más historia, aunque a veces suelta frases lapidarias que, he de decir, sientan fenomenal a la película. Sin embargo, el actor patina en alguna escena emotiva que se presenta, en una de esas curvas argumentales que casi sacan al coche fuera de la pista.
Pero todo se mantiene en un misterioso juego de recompensa emocional. Incluso cuando aparece en pantalla el asesino contratado a sueldo y la cosa parece que se va a torcer también gana enteros. Es realmente divertido ver como The Rock saca de sus casillas al asesino perfecto sin hacer absolutamente nada.
Una película de relleno, y la verdad es que The Rock tiene ya demasiadas como para aspirar a algo más grande. A veces parece que se va a convertir en algo más trascendente, pero son falsas alarmas. Eso sí, el final, muy mejorable.