Una película mucho más interesante y divertida que buena en cuanto a realización técnica. Danza macabra de alguna manera es una película diferente dentro del género de terror clásico que veníamos viendo y que mayoritariamente venía producido desde los Estados Unidos. Quizá por esto la película se ve como algo diferente y fresco a pesar de no ofrecer nada que no hayamos visto antes.

La verdad es que es una película que se basa en lo sobrenatural pero queda muy poco fantasmagórica en pantalla. Si estuviéramos hablando de una película de los años 30 probablemente hubiera sido más tolerante con esta situación pero teniendo en cuenta el año en el que se grabó y ya habían bastantes maneras de transformar esta historia en algo mucho más sobrenatural de lo que vemos. Los actores no hacen mal sus papeles pero no acabas de meterte en esta atmósfera creada. Tan sólo al principio cuando el joven periodista se adentra en el edificio uno consigue almacenar ciertas dosis de tensión.

Porque la realidad es que a uno se le acaba sacando un poco de la película cuando empiezan a rondar demasiados personajes por las estancias de la casa. No es algo definitorio pero sí que juega bastante en su contra. Más allá de eso encontramos una película que tiene un desarrollo interesante y que acaba como un buen relato de terror.

Aunque la película como digo es aceptable técnicamente deja mucho que desear. Concretamente la iluminación es un desastre. La película se ve bien pero no trata bien la luz. Precisamente su principal problema es que abusa de la misma utilizando enormes fotos que hacen que todo brille sobre manera cuando en pantalla sólo vemos unos débiles candelabros apunto de consumirse. La realización y el montaje son levemente mejores pero tampoco es una película que quieras ver para disfrutar de sus cualidades técnicas.