Estoy de acuerdo con que la película tiene sus altos y bajos, ¿y cúal no los tiene?

Pero ¿una torpe imitación del estilo de los Coen? ¡Bah!, no lo crean: hay mucha más poesía escondida en este buceo por las dos caras del alma yanqui que en toda la filmografía de los, a menudo, sobrevalorados hermanos. Y además es infinitamente más sincera y humana sin esas exhibiciones de cinismo presuntuoso que terminan asfixiando propuestas en principio tan interesantes como por ejemplo, y sin ir más lejos, a "A Serious Man".

No sé si estamos ante una futura cult-movie de las que han sido infravalorada en el momento de su estreno (me queda mucho por andar en el camino para llegar a Jedi... ;)) pero diablos, he visto muuuucho cine en mi vida y pocas, poquísimas veces me ha pasado que lamentara que una película terminara; esta es una de esas veces.