Cuando me dispuse a ver esta película, pensé que además del paso (tan de moda últimamente) de animación a actores reales también se iba a volver algo menos infantil... Y más dirigida por el prestigioso Kenneth Branagh. Vaya chasco. Diría que es incluso más absurda, más tonta y más infantil que la original del Disney. Hay momentos que me lo hicieron pasar realmente mal por la gran vergüenza ajena que pasé. las supuestas "gracias y chistes" son de parvulario. Y la cosa es que no da esa impresión con el enfoque elegido en publicidad (siempre por supuesto a título personal). Una verdadera pena ya que presenta a algunos buenos actores.