Me parece estupendo que se intente concienciar (sobre todo a los jóvenes) sobre los peligros de las redes sociales (especialemente por el daño que pueden hacer gracias al maldito ego). Es una idea estupenda, que últimamente se ven mucho menos que antaño, por desgracia. Además, algunos del elenco actoral, son bastante buenos incluso siendo muy jóvenes (me temo que como suele suceder algo menos jóvenes que los papales que interpretan). Sin embargo tenemos varios factores de peso que lastran irrevocablemente a la cinta al agujero del ostracismo... El tono es demasiado infantil, cosa que creo harto incorrecto pues, aunque va dirigido a un público joven, estos no son tontos y son muy capaces de asimilar algo más elaborado. También tenemos una apartado técnico demasiado torpe, parece que el realizador es otro de esos púberes a los que va dirigida a la película... Nos queda una regulera producción de clase B que, aunque el mensaje es bueno y está bien hecho, es poco menos que entretenida.