Tengo que reconocerlo, esta cinta me ha ablandado (como pretende la muy jodida, jejeje). Es más que posible que no perdure en el tiempo tanto como otras películas pero consigue llegarte dentro. Y una gran parte de "culpa" está en el tándem protagonista padre e hijo (también en la vida real) Will y Jaden Smith. Hay una energía muy especial entre ambos, además de una interpretación maravillosa en la que destaca asombrosamente el chaval por lo jovencito que es y lo que consigue con su actuación. Increíblemente real, muy creíble. El resto del film es mucho más que correcto: guión, trama, dirección, resto de interpretaciones, apartado técnico... Por sacarle algún defecto se podría decir que la cinta se hace un poco lenta y pesimista en algunas situaciones (pero es lógico tratándose del género) y que deja un leve mal sabor de boca. MUY RECOMENDABLE.