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Voto de davilochi:
9
Documental
Un seguimiento a una familia de gitanos extremadamente pobre en sus viajes de supervivencia invernales. Con unos personajes creados a partir de una rica tradición oral, la película nos introduce en un mundo desconocido y remoto. (FILMAFFINITY)
12 de noviembre de 2010
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Estamos ante un documental de muy recomendable visionado en estos últimos tiempos en que tantos parecen estar dispuestos a seguir al primer neanderthal que alza su vara con una mano frente a un objetivo señalado con la otra. El trabajo se centra en un grupo de zíngaros (por cierto, término procedente del griego que quiere decir "intocable" - quede constatado el hecho de que los gitanos entraron en Europa a través de Grecia, al menos según las primeras fuentes que hacen referencia a este pueblo, con lo cual vemos que la imagen de prejuicio existió desde un primer momento) de Rumanía que en los comienzos del siglo XXI subsisten en unas condiciones de verdadera precariedad, de tal manera que su realidad bien podría retrotraernos seis siglos atrás, momento en que llegaron a Europa. Lo que más sorprende del material etnográfico recogido por Dumitru Budrala - desde un punto de vista completamente imparcial, en tanto que no interviene como narrador sino que simplemente se limita a grabar la odisea de estos artesanos-vendedores ambulantes en un paisaje completamente desolado por el duro invierno rumano - es el modo en que se han conservado los modos de vida nómadas que en muchas ocasiones han sido la escusa para su exclusión de las sociedades *(ver spoiler). El film hace leves referencias (también en los recuerdos del grupo de zingaros) a la época comunista, en que éstos trataron de ser asimilados y convertidos en miembros "productivos" de la sociedad. Las políticas nacionalistas de Ceaucescu no contribuyeron a mejorar la situación de este pueblo ya de por sí marginado** (ellos mismos tienen una visión bastante negativa de los rumanos propiamente dichos, es decir, ellos se diferencian de los rumanos y crean una imagen de éstos acorde con la que tienen de ellos). Con la democracia las cosas no cambian y el propio espectador ve claramente lo poco que se ha avanzado en materia de integración (nada que ver con España, si se quiere): familias extensas con alta natalidad (viven prácticamente sumidos en un régimen demográfico de tipo antiguo, con alta mortalidad); difíciles condiciones de subsistencia; escasa integración en la vida económica (siguen valiéndose del trueque para intercambiar sus manufacturas por alimentos); la importancia del honor***; gran auge de la religiosidad edulcorada con elementos propios de la cultura zíngara como la superstición; etc.
Es evidente que el documental suscita preguntas, interrogantes de tipo filosófico si se quiere. A mí me viene a la cabeza una: ¿Hay sitio en el mundo para los gitanos? A lo largo de la historia siempre se ha tendido a despreciar al diferente y es obvio que en lo que se refiere a sus modos de vida los gitanos lo son. Aún más difícil resulta la preservación de sus modos de vida en un mundo empujado a la homogenización por la globalización y el capitalismo.
Es evidente que el documental suscita preguntas, interrogantes de tipo filosófico si se quiere. A mí me viene a la cabeza una: ¿Hay sitio en el mundo para los gitanos? A lo largo de la historia siempre se ha tendido a despreciar al diferente y es obvio que en lo que se refiere a sus modos de vida los gitanos lo son. Aún más difícil resulta la preservación de sus modos de vida en un mundo empujado a la homogenización por la globalización y el capitalismo.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Ellos se resisten a perder sus modos de vida que componen su particular identidad y que, en cierto sentido es su motivo de orgullo, algo que a la gente le cuesta de entender (con razón desde el punto de vista lógico y racional de un no gitano, pero no de un gitano). Hay un conflicto entre el gitano y el mundo que le rodea por ese simple hecho: su deseo por permanecer inalterable al paso del tiempo. Toda la grandeza y la miseria de este modo de entender la realidad (su realidad) se puede ver en este magnífico trabajo de Dumitru Budrala.
NOTAS:
*De hecho es algo que se ve a la perfección en el episodio en que se hallan en el patio de una casa tratando de trocar sus trabajos con madera y un airado campesino rumano les conmina a trabajar sacándoles azadas.
** Otro momento interesante se nos presenta cuando el grupo se cruza con un rumano que los espeta por sus modos de vida y les dice que deberían ser mandados a Turquía o a Rusia, dos puntos geográficos que simbólicamente tienen un gran poder evocador en la imaginería del pueblo rumano: identifican a los turcos como los hombres más sanguinarios e impíos de la tierra, algo muy arraigado en la tradición oral desde tiempos del famoso Vlad Tepes (en los partidos Rumanía-Turquía es típico ver grandes iconos de este héroe nacional), de modo que los turcos serían para los rumanos algo así como el duque de Alba para los holandeses; Rusia en un pasado mucho más reciente vendría a representar el lugar donde se mandó a los enemigos del pueblo en época del comunismo que se impuso tras el fin de la Segunda Guerra Mundial (especialmente gente de etnia alemana residente en Transilvania y algunas comunidades de los Cárpatos, pero también antiguos burgueses o zíngaros mandados como moneda de cambio para llevar a cabo reconstrucciones en Ucrania). Con lo cual vemos que este individuo está deseando a los gitanos lo que para un rumano representa la mayor desgracia posible: caer en mano de los turcos y de los rusos. Desde mi punto de vista es interesante que sólo nos encontremos con un par de episodios así a lo largo del film, es decir, pensaba que serían más abundantes cuando comencé a ver el talante del documental, pero también hay que tener en cuenta el papel disuasorio que las cámaras ejercen.
*** El episodio de la boda donde no se da a conocer la verdadera recaudación hecha por los novios, que ni tan siquiera llega para cubrir los gastos de la ceremonia, es un caso significativo. Pero más significativo es que un gitano siempre tiene que hacer un convite por todo lo alto, algo típico de esta cultura que podemos ver en "Gato blanco, gato negro" o en "The Shutka Book of Records" (en este caso con la ceremonia de circuncisión). Todo esto responde a la conservación de una cultura ancestral sobre la que son muy celosos y en la cual se da una importancia decisiva a los ritos de paso, todo ello acompañado de un ceremonial calculado y repetido de forma mimética de generación en generación.
NOTAS:
*De hecho es algo que se ve a la perfección en el episodio en que se hallan en el patio de una casa tratando de trocar sus trabajos con madera y un airado campesino rumano les conmina a trabajar sacándoles azadas.
** Otro momento interesante se nos presenta cuando el grupo se cruza con un rumano que los espeta por sus modos de vida y les dice que deberían ser mandados a Turquía o a Rusia, dos puntos geográficos que simbólicamente tienen un gran poder evocador en la imaginería del pueblo rumano: identifican a los turcos como los hombres más sanguinarios e impíos de la tierra, algo muy arraigado en la tradición oral desde tiempos del famoso Vlad Tepes (en los partidos Rumanía-Turquía es típico ver grandes iconos de este héroe nacional), de modo que los turcos serían para los rumanos algo así como el duque de Alba para los holandeses; Rusia en un pasado mucho más reciente vendría a representar el lugar donde se mandó a los enemigos del pueblo en época del comunismo que se impuso tras el fin de la Segunda Guerra Mundial (especialmente gente de etnia alemana residente en Transilvania y algunas comunidades de los Cárpatos, pero también antiguos burgueses o zíngaros mandados como moneda de cambio para llevar a cabo reconstrucciones en Ucrania). Con lo cual vemos que este individuo está deseando a los gitanos lo que para un rumano representa la mayor desgracia posible: caer en mano de los turcos y de los rusos. Desde mi punto de vista es interesante que sólo nos encontremos con un par de episodios así a lo largo del film, es decir, pensaba que serían más abundantes cuando comencé a ver el talante del documental, pero también hay que tener en cuenta el papel disuasorio que las cámaras ejercen.
*** El episodio de la boda donde no se da a conocer la verdadera recaudación hecha por los novios, que ni tan siquiera llega para cubrir los gastos de la ceremonia, es un caso significativo. Pero más significativo es que un gitano siempre tiene que hacer un convite por todo lo alto, algo típico de esta cultura que podemos ver en "Gato blanco, gato negro" o en "The Shutka Book of Records" (en este caso con la ceremonia de circuncisión). Todo esto responde a la conservación de una cultura ancestral sobre la que son muy celosos y en la cual se da una importancia decisiva a los ritos de paso, todo ello acompañado de un ceremonial calculado y repetido de forma mimética de generación en generación.