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Voto de davilochi:
10
Documental Salvador Allende pone en marcha un programa de profundas transformaciones sociales y políticas. Desde el primer día la derecha organiza contra él una serie de huelgas salvajes mientras la Casa Blanca le asfixia económicamente. A pesar del boicot, en marzo de 1973 los partidos que apoyan a Allende obtienen el 43,4 por ciento de los votos. La derecha comprende que los mecanismos legales ya no les sirven. De ahora en adelante su estrategia ... [+]
31 de marzo de 2011
14 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
En cuestiones como el concienciamiento en torno a determinados fenómenos político-económicos o sociales hay que tener en cuenta la notable eficacia de la imagen a la hora de producir un impacto en el espectador. En este caso vendría a hacerse efectiva la máxima enunciada por el cineasta soviético Andrei Tarkovski: “Una imagen que a la vez es un hecho, una imagen libre de simbolismo” o aquella de Bertolt Brecht según la cual “Es de las cosas de lo que se trata, no de los ojos para verlas” . Hasta cierto punto podemos decir que desde la creación del séptimo arte ha existido una fe bastante acendrada en la objetividad de la imagen como medio de conectar al individuo con una realidad concreta, especialmente tras la crisis del lenguaje iniciada a finales del siglo XIX y comienzos del XX. A pesar de las contradicciones inherentes a este planteamiento, hasta cierto punto, la sentencia pronunciada en el Festival de Viña del Mar de 1969 vendría a ser una respuesta al imperialismo estadounidense mediante el uso de uno de sus principales activos: el cine. Hollywood no sólo se convirtió desde los años 40 en la principal industria cinematográfica del mundo, sino en un medio fundamental para la proyección de su imagen en todo el mundo: el sueño americano – sostén fundamental del capital simbólico y la esencia misma de los Estados Unidos – y los ideales abanderados por el modo de vida estadounidense. Así pues el poder de dicha industria no sólo sería puramente artístico, sino también propagandístico. De este modo nos encontramos con que el uso del cine a la hora de “enfocar el fenómeno del imperialismo y la penetración norteamericano” no sería más que, dicho vulgarmente, dar la vuelta a la tortilla, es decir, el uso de una de las armas fundamentales de dicho imperialismo en detrimento de éste. En aquel momento se tenía una clara conciencia del poder que el cine podía llegar a ejercer sobre el imaginario colectivo, de modo que se podía pretender servirse de éste como arma política sin traicionarlo como creación artística.

Es de dimensión coral de lo que Patricio Guzmán dota a su serie documental La batalla de Chile es precisamente la que aporta esa dosis de originalidad y fuerza que ha fascinado a lo largo de los últimos cuarenta años a tantos espectadores y, del mismo modo, es lo que lo convierte en un clásico imperecedero. Precisamente lo que hace el director es limitarse a dar la voz al pueblo chileno, al cual convierte en protagonista, haciendo efectiva la famosa frase de Salvador Allende según la cual “La historia es nuestra y la escriben los pueblos”. En este caso no la escriben, sino que la cuentan, dejando percibir al espectador toda la carga dramática del momento histórico, de algún modo se convertirían en el choros de toda tragedia griega, cuya función sería contribuir a que dicho espectador – que reacciona ante lo que ve – pueda conectar con lo sucesos que la obra presenta.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
davilochi
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