Pensar en cine es acordarte de Clint Eastwood, un nombre al que rendir tributo y que ya pertenece al Olimpo de Hollywood. No tiene que demostrar nada, pero si la ocasión lo merece, Clint Eastwood vuelve a enfundarse su traje de tío duro y narrador de historias.

¿De qué va? Un hombre de avanzada edad atraviesa turbulencias en su vida personal y también a niveles económicos, pero afortunadamente conserva todos los puntos del carné de conducir y por su intachable experiencia le ofrecen el trabajo de mula.

Como veis aparentemente es una historia muy sencilla, pero Clint Eastwood rápido la transforma en un cóctel lleno de emociones. Sabe decirte cuando debes reír y cuando emocionarte. La película pasaría sin pena ni gloria de no ser por su figura, su mera presencia es suficiente para llenar la pantalla. Desprende muchísimo con muy poco y le vuelven a acompañar esas frases lapidarias tan características de su carrera. Todas las virtudes y defectos de su dirección están latentes en esta película. Ya sabemos su corte y qué puede llegar a ofrecer.

Como puntos fuertes de la película podríamos destacar la profunda reflexión sobre la familia y sobre cómo gastamos el tiempo que se nos ha dado. Como negativos se rige por un esquema de A, B, C, D en su montaje y desaprovecha algunos personajes sin darles un cierre digno a su conflicto.

Podría ser la hermana menor de "Gran Torino" (2008) y todo lo que se acerque al nivel de esta película es altamente recomendable, Mula es una cita que todo amante del cine de Clint Eastwood no se puede perder.