Teniendo en cuenta de que los criminales cada vez lo tienen más difícil con las virguerías informáticas que utilizan las mentes criminólogas de Miami, yo me lo pensaría un par de veces antes de portarme mal si sé que el supercarismático Horatio Caine me perseguirá sin cesar, me soltará una de sus geniales frases intimidatorias y después me meterá en el talego.

- ¿Qué tenemos, Alex?
- La batalla puede ser ficticia, pero el crimen es real.
- Dime algo que no sepa.
- Ponte el traje, que vas a bucear.
- Cometiste dos errores: el primero, asesinar a esa niña; el segundo, no tener en cuenta de que nosotros nos ocuparíamos del caso.
- Algunos accidentes no son accidentes del todo.
- Si vuelves a tocarla, Johnny, el que darás fin a tus días bajo el sol serás tú.
- Y nosotros, Señor Wolf, no te abandonaremos.
- No pasará un día de tu vida, Largo, en que no sientas mi aliento en tu espalda.
- Un cadáver no te puede acusar.
- Nunca se gasta uno 10000 dólares en ropa que no te pondrás nunca.
- Esto es lo que pasa cuando los mundos colisionan.
- No sé si el asesino quiso llamar nuestra atención, pero ha llamado la mía.

Sin duda por las superfrases de H la serie supera el aprobado: hace falta gente con agallas como él en España para gobernar nuestro amado país. Mención aparte merecen los arreglos de fotografía. No sé si los productores de la serie se han olvidado de que se rueda en la Tierra y no en Marte...

Para terminar, creo que la mejor sinopsis que se puede hacer de esta serie de televisión es la siguiente, que he encontrado en el blog "Mirando la tele":

"Al principio de cada episodio, Horatio se enfrenta al delincuente, le mira fijamente y le explica que le va a atrapar. Al final del episodio, Horatio se enfrenta al delincuente, le mira fijamente y le explica que ya le ha atrapado."

Genial resumen.