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España España · Sanlúcar
Voto de Santi:
9
Romance. Comedia Eddie (Ben Stiller), soltero e indeciso, empieza a salir con la aparentemente fabulosa y sexy Lila (Malin Akerman). Siguiendo los consejos de su padre y de su mejor amigo, Eddie le pide que se case con él al cabo de una semana, temeroso de que se escape lo que cree ser su última oportunidad para el amor, el matrimonio y la felicidad. No tarda en descubrir su error cuando Lila revela su auténtica y horrible personalidad durante la luna ... [+]
19 de agosto de 2009
11 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
Al parecer seré de los pocos a los que nos gusta Matrimonio compulsivo. Todos hablan de los Farelly como unos macarras, unos horteras y unos estúpidos. Incluso alguien ha llegado a afirmar que insultan al espectador con escenas fuera de tono. ¿Para qué vais al cine, para pasarlo bien o para buscarle el sentido metafísico de la vida a una comedia?

Tampoco entiendo a los críticos estadounidenses que se las dan de entendidos. Remake inferior a la espléndida película de Elaine May en todos los sentidos, aseveran, impávidos. Como si conocieran de toda la vida el The Heartbreak Kid del 72. Es como si yo digo que Ocean’s Eleven es una basura comparada con aquella Cuadrilla de los Once liderada por Frank Sinatra. Vale, la versión del 60 es simpática, y no deja de tener su valor histórico. Pero sería de necios negar que la del 2001 es magnífica, que tiene un reparto espectacular y que la trama se desarrolla de forma impecable.

Una de las cosas por las que me di cuenta de que Matrimonio compulsivo era una gran comedia fue su comienzo. Todavía aparecían los créditos de inicio y ya conocías al detalle a cada personaje: su forma de ser, cómo piensa, de dónde viene y a dónde va. Te identificas con ellos y con muchas de sus situaciones personales: el cuarentón al que presionan para que se case pronto, el padre cachondo, el amigo sometido por su esposa marimandona, la atracción por otra mujer estando casado.

Además, todo ello se ve reforzado con un gran elenco de actores, tanto principales como secundarios. Ben Stiller, en mi opinión, es de los mejores cómicos que hay en el momento. El dúo que hace con su padre Jerry –otro gran cómico americano, aunque desconocido en España– es simpatiquísimo. Malin Akerman lo borda, y además está muy bien caracterizada. En principio nos parece una chica explosiva y única, pero cuando la conocemos mejor –y en eso ayuda el maquillaje y el vestuario, que va evolucionando a lo largo de la película– la odiamos en cuestión de minutos. Michelle Monaghan, que queréis que os diga, pero yo también me enamoré de ella en cuanto la vi. Y los secundarios son geniales. Por ejemplo, Rob Corddry –Mac, el amigo de Eddie– está que se sale. Sólo fijaos en sus gestos. Es desternillante.

Yo, cada vez que la veo –la veo de vez en cuando–, descubro cosas nuevas. Detalles en los que antes no reparaba. Y me lo sigo pasando fenomenal, como la primera vez.

La recomiendo encarecidamente.
Santi
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