Se puede decir que es un trabajo realizado con el máximo empeño, la máxima precisión y cuidando la máxima calidad de todas las piezas. Y todo ello básicamente se debe a 4 personas, eso sí, maravillosamente arropadas por un nutrido equipo de profesionales.
Desde la Producción hasta la música, pasando claro está por la Dirección y Dirección de fotografía, que junto con el guión se deben a la misma persona, J. Gutiérrez Acha,, este docufilm merece aplausos, premios y consideraciones de todo pelaje. Los espectadores con conocimientos técnicos de cinematografía o fotografía disfrutarán doblemente de este regalo del ingenio humano.
Con Cantábrico Acha propone una brillante adaptación al lenguaje cinematográfico del típico documental National Geographic o BBC. Movimientos lentos de cámara, uso continuado (casi abusivo) de primeros planos, acompañamiento musical pausado y brillante, dramatización transmitida voz en off muy cuidada y "novelada" suponen toda una innovación en cuato al formato para este tipo de productos sin por ello renunciar a los elementos clásicos a los que estamos acostumbrados en nuestras teles.
En las numerosasa escenas irrepetibles, realmente novedosas y deslumbrantes en su ejecución se disfruta de un manejo de gran maestría de los últimos adlantos técnicos. Las tomas con Oltocopter o helicóptero, los prolongadísimos zooms, los brillantes timelapses y las increíbles tomas macro son ejecutadas sólida y brillantemente, sin duda con la impagable ayuda de un impecable trabajo de etalonaje y montaje que redondean los ritmos y virtudes escénicas en general de este cuidadísimo trabajo.
No cabe duda que las aportaciones de especialistas en conocimiento del medio en el que se rodó demuestra el nivel profesional de estas personas y lo coloca en una altura difícil de mejorar. E incluso podemos añadir que no han sido pocas las dificultades y sufrimientos del equipo soportando reveses climatológicos de calado durante periodos de tiempo nada despreciables.
La suma de todo lo anterior creo que es un tanto abrumadora. Uno se queda un poco con la sensación de haber querido detener la película antes de su final para tomar aire. Un atracón así de belleza y calidad no es digerible a cualquier hora del dia pero merece la pena el esfuerzo para disfrutar de un trabajo y ofrecer un reconocimiento a sus autores para salir luego por la puerta del cine con la repetida frase de ¡y esto se ha hecho aquí, no es americana..!