Haz click aquí para copiar la URL
España España · Zaragoza
Voto de cassavetes:
5
Drama Tras divorciarse de Bill, encarcelado por pedofilia, Trish está a punto de casarse con Harvey, que será un buen padre para sus hijos. Cuando Bill sale de la cárcel, la familia deberá elegir entre el perdón y el olvido. La hermana de Trish, la angelical Joy, alejada de su degenerado marido y de su trabajo en un correccional de Nueva Jersey, va dejando una estela de escándalos a su paso. Son personajes que luchan por encontrar un lugar en ... [+]
4 de noviembre de 2010
6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Más o menos había puntuado las películas de Todd Solondz con una nota alta. Desde su mejor cinta, Happiness, hasta la última Palíndromos, todas destilaban un cine de alta comedia negra, de mala baba y elementos transgresores típicamente indies, de ésos que ponían en peligro los cimientos del cine convencional del Hollywood más políticamente correcto. Su último estreno, pues, La vida en tiempos de guerra, no podía sino mantener viva la expectación ante un nuevo “festín Solondz”. Pero lo que tanto prometía se queda en un agua de borrajas decepcionante por momentos.

A saber. La vida en tiempos de guerra venía a ser la segunda parte de esa espléndida Happiness del año 98. Unas historias cruzadas con todos los ingredientes gamberros y atrevidos que pueda imaginarse en una producción USA. Y Solondz los ha repetido en cada una de sus películas. Cabía esperar lo mismo de La vida en tiempos de guerra. Pues no, lo que antes era originalidad y entretenimiento, aquí es una producción plana y tediosa de la continuación de la vida de los mismos personajes (que no actores) de Happiness.

Está el pedófilo, los niños ya más mayores, su galería de freaks y los personajes con una decena de años más, con sus mismas inquietudes, miedos y obsesiones. Pero si en aquella ocasión Solondz nos maravilló con un humor fresco, negro e irreverente, aquí se ha postulado por un cine drama, por una extraña introspección en la mente de algunos de los personajes, por unas imágenes que en ocasiones resultan difíciles de entender, si es que algo tenían de simbólico.

Ojo, es posible que Solondz, y en ese sentido lo habría hecho con buen criterio, haya querido evitar un Happiness II, lo cual podría haber jugado en su contra al poder ser una parodia de la parodia o una repetición de gags e ideas. Lo que pasa es que el tono de trascendencia (¿intrascendente?) que adopta el director judío no conduce más que a la apatía y la falta de entente con los personajes. Algunos de ellos muy aprovechables, como el de la hermana que ayuda a los presos, pero que en conjunto chirrían por la frialdad.

Que ves empezar la película, notas que algo falla, que puede ser que sólo sea esa escena, que luego la película se arreglará… pero ves que no, que ya son una, dos y tres las veces que te dices que algo no funciona, que la acción parece que va al ralentí, y zas, ahí te viene el gran problema que le he encontrado a La vida en tiempos de guerra: la película, algo impensable en las historias de Solondz, me aburre.

No todo va a ser negativo: el desencanto USA que surgió tras el 11-S, la América no convencional (que de vez en cuando vemos más en el Hollywood más valiente) que sigue apareciendo en su crítica de la sociedad puritana y mojigata. Y hay un par de personajes muy interesantes. La lástima, que las situaciones en las que éstos intervienen no acaben de explotar. Como explotaban, y de qué manera, alguna de las irreverencias de Happiness, esa gran película.
cassavetes
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow