Si no suspendo esta película argentina, de nombre (o apellido) los Marziano, se debe únicamente a la espléndida actuación de Guillermo Francella. Es decir, si cualquier otro actor hubiera encarnado al personaje de Francella, hubiera estado bien, quizá, pero sin la hondura y el dramatismo que sólo actores de la calidad de Francella atesoran. Qué expresión, qué miradas a la nada (Francella tiene en la película una enfermedad neuroglógica que ni los propios doctores acaban por dar un diagnóstico claro). El resto, avatares de una familia de tres hermanos, dos varones y una mujer, edad madura, interesa poco. Hay un elemento de corte fantástico en un campo de golf (que lo emparenta de alguna manera con el modo de hacer de cierto cine coreano, japonés o la Palma de oro de Cannes 2010 Uncle Boonmee. Perdonad, es una neura mía) relacionado con el otro hermano, Mercedés Morán luce presencia pero poco más y realmente interesa poco lo que de más allá de las tribulaciones de Francella se muestra.

El tono de la película está a mitad de camino entre la comedia y el drama. No creo que la directora Ana Katz sepa sacar partido de las situaciones dramáticas de la película. Hay un par de escenas y siempre relacionadas con Francella que me interesan. Lo demás, lo dicho. Suspenso al resto y honores a Guillermo.