Slumdog millionaire, tras un comienzo prometedor, hace que veas la película con cierto interés. Tiene momentos ciertamente originales en el juego de flashbacks en que consiste la película del crío protagonista. Y se ve como se ven muchísimas de las películas que se suelen estrenar a lo largo y ancho de una temporada cinematográfica. Llega un momento en que Slumdog millionaire me resulta algo ridícula y pretenciosa, sobre todo en ciertas escenas concursales y de interrogatorios (vale, ahora capto la gracia, en el doble juego pregunta-respuesta frente a las cámaras y luego sin luz ni taquígrafos en un lugar más apartado) Pero en resumen, y haciendo abstracción de toda la parafernalia que sus infinitas nominaciones a los Oscar le rodean, Slumdog millionaire me parece una película correcta, sin más, sin que en ningún momento me parezca esa película del año que a bombo y platillo nos bombardean, previo pago de su importe, por todos lados.

Slumdog millionaire es una película para pasar el rato, nada más. Ni es una obra maestra ni veo nada que la pueda caracterizar de ello. Es una más, a ratos entretiene, y a ratos te da vergüenza ajena. Y nunca perdonaré a la Academia que dos de las ¿canciones? que suenan en la película hayan desplazado de nominación a la magnífica canción de Bruce Springsteen que hay en The wrestler.