Es difícil describir una película cuando acaba de terminar y todavía tienes un nudo en la garganta que no eres capaz de asimilar. La película te deja semejante poso, te llega tan adentro, que es difícil superar esa sensación de agobio que te llega a producir. Realmente, aunque lo pretenda, es imposible no criticar afirmativamente una obra de Kurosawa; no digo que todas sus películas sean obras maestras, eso sería de hipócrita, pero en todas ellas se muestra algo, siempre te deja un sentimiento, una idea se arraiga en tu cerebro y con esta película lo consigue una vez más el genio japonés.

La vida de la mayoría de las personas, como la de nuestra protagonista, transcurre de manera monótona, triste, aburrida, de manera rutinaria. Su trabajo se vuelve una cárcel de la que es imposible escapar. El señor Watanabe lleva 30 años sentado en la misma silla, siendo un burócrata automatizado con un sello en la mano. Hasta que le dan la triste noticia de que se va a morir, tiene cáncer de estómago.

En ese momento se da cuenta de que su vida está completamente vacía, que solamente es un viejo solitario que no tiene a nadie, su hijo y su nuera esperan el dinero de su jubilación para deshacerse de él...se da cuenta de que ha malgastado su vida inútilmente. Intenta darle significado a su vida, aprovechar el poco tiempo que le queda, salir de fiesta, disfrutar de la vida, de las mujeres, del alcohol, pero realmente nada de eso le consuela. Sigue teniendo esa sensación de vacío en su interior, su corazón sigue sin latir; trata de entender por qué no es feliz, hasta que se da cuenta que realmente todas las banalidades de la vida no le van a ayudar, la única manera de aliviar su dolor es ayudando a los demás.

Una obra maestra sin duda, una película sublime que nos hace pensar y recapacitar sobre nuestra forma de entender la vida. Nos hace comprender que la vida se debe coger con las manos y aprovecharla, nadie sabe cuando se le va a escapar, no deberíamos esperar la muerte sin más, no sabemos cuando nos llegará. Una película que guardaré entre mis preferidas de ahora en adelante sin duda. Nunca dejará de sorprenderme el genio Kurosawa. Pasen y disfruten del auténtico cine.