Para afrontar este toro había dos opciones. Uno, tirar por una historia fiel pero espectacularmente rodada con la tecnología actual, con un guión más maduro y creible, que dejase a Charlton Heston y los secundarios disfrazados como participantes en la cabalgata de Carnaval. Dos, dar un cambio radical al guión y apostar por una historia innovadora que, aun cercana a la original, tuviese otro planteamiento y se alejase de ese final de la película primitiva que hasta el tendero de abajo se conoce de memoria. En este caso, se ha intentando lo primero, pero con nulo éxito.

A ver, los monos - perdón - simios, tienen un trabajo de maquillaje que por Dios, espero que le hayan pagado plus de productividad a los responsables pero que, parece que han evolucionado de partida, todos cabreados. Es de tal simpleza el argumento mono - perdón - simio listo-malo, hombre-esclavo-bueno que da la risa. En ésto, la película de technicolor era ingenua pero se le perdonaba por la época (derechos civiles americanos y todo eso...). Ahora no tiene un pase, madre del amor hermoso, seguir con malos malísimos vs. buenos buenísimos. Es que no hemos aprendido nada de Breaking Bad ??. Por momentos te parece estar revisionando Independence Day a lo Donkey Kong por lo simple del guión.