Parece que Netflix a querido rodar su Jhon Wick particular pero imprimiéndole un sello distintivo, el cual es una diferencia de tono muy notable entre las escenas donde aparece Mads Mikkelsen, mas serias y con un tono de trama mas oscuro y el resto de escenas en las que aparecen los otros actores, donde priman una especie de humor muy gamberro y el sexo desenfrenado. El problema de estos dos tonos tan diferentes es que agravan el echo de que el bueno de Mads se come la pantalla en cada escena en la que sale y el resto de escenas se sienten muy claramente por debajo.

En lo que respecta a la trama de la que no haré ningún spoiler, nada que objetar, no es que sea revolucionaria pero se deja ver con interés hasta el final de la película, por ponerle un pero así como en Jhon Wick el mundo del protagonista te dejaba con ganas de saber mas cosas de el (cosa que arreglaron en la segunda parte de una manera estupenda todo sea dicho), este no me a dicho absolutamente nada, lo cual es una pena.

Cumplidora en las escenas de acción y poniéndose bastante interesante en el ultimo tercio de la película a nivel de trama, la recomiendo para la gente a la que le atraiga el cine de acción y quiera pasar un buen rato sabiendo que, si bien no va a ver nada revolucionario, conseguirá entretenerse