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Voto de Travis Bickle:
8
Drama Rocky Balboa, el boxeador de Philadelphia, disfruta de su efímera fama después de estar a punto de derrotar al campeón mundial de los pesos pesados Apollo Creed. Las ofertas publicitarias para el anuncio de productos no van bien debido a la limitada educación y falta de sofisticación del púgil. Por ello, y debido a la falta de dinero y al embarazo de su mujer Adrian, acepta la demanda de revancha del "casi derrotado" Creed. (FILMAFFINITY) [+]
15 de septiembre de 2014
30 de 33 usuarios han encontrado esta crítica útil
En 1976, Sylvester Stallone creó y mostró al mundo uno de los personajes más peculiares de la historia del cine que ha recibido golpes tanto de derecha como golpes bajos a partes iguales por parte de crítica y público. Pero siempre encajándolos de la misma manera: con resignación y humildad. Esta primera parte de una larga saga dirigida por el director de “dar cera, pulir cera” (John G. Avildsen) se alzó con las estatuillas de mejor película, director y montaje y propició el salto definitivo de Stallone a la fama internacional en el mundo del celuloide.

Esta segunda entrega significó la primera película de Rocky dirigida por Stallone y la segunda en su carrera como director. En ella vemos al mismo tipo sencillo que en la primera intentando luchar de la mejor manera que puede en la vida. Se encontrará con que encima del ring no es el único lugar donde se reciben golpes como la enfermedad de su mujer Adrian (Talia Shire), no encontrar trabajo y las dificultades familiares que ello conlleva, sus propios problemas personales, ver que a tu alrededor hay más gente que estorba de la necesaria, etc. El problema es que Rocky no sabe hacer frente a ellos aunque esto no le impide seguir siendo fiel a su naturaleza tranquila y entusiasta (quizás un poco de mala hostia tampoco le vendría mal) pero dentro del ring es otra cosa. Golpe que recibe, golpe que devuelve. Y así, después de una boda, una casa, un coche, un hijo y un entrenamiento bajo la imperecedera melodía de Bill Conti le llega la oportunidad al gran Potro Italiano de Philadelphia de convertirse en Campeón del mundo de los pesos pesados ante el incombustible y bocazas (futuro amigo de Rocky) Apollo Creed.

Le sucederían cuatro películas más en las que veremos la vida y obra (combates) de Rocky Balboa en los que se sucederán sus habituales acompañantes de viaje, rivales de ring, fanáticos del boxeo y apasionados del cine. El propio Sly ha manifestado que es el personaje que más le ha gustado interpretar y al que más cariño le tiene. Y yo estoy de acuerdo con él.

P.D: No llego a entender el menosprecio por un gran sector de la crítica y el público hacia la saga Rocky basándose mayormente en el argumento de que salvando la primera parte, ninguna aporta nada nuevo. Pero… ¿qué esperáis? ¿Qué Rocky se suba al ring y cuando suene la campana se ponga a bailar una sardana en tanga? No lo entiendo. Me gustaría saber qué opina esa misma crítica y público de otras sagas como El Padrino, El Señor de los Anillos, Alien, Matrix, Star Wars, Batman, etc. ¿Qué muestran las segundas y terceras partes de estas sagas diferentes a la primera entrega? Podrán gustar más o menos según la temática de cada persona, pero como argumento principal para devaluar una serie de películas me parece patético.
Travis Bickle
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