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España España · Madrid
Voto de Alvaro3:
3
Drama. Romance Rafael es un carnicero estéril que lleva una vida triste y solitaria. Un día auxilia a Marina, una muchacha tuerta a la que su novio estaba apaleando. Además, la aloja en su casa, aun sabiendo que está embarazada. Muy pronto, ambos se plantean cumplir un sueño que hasta entonces les parecía imposible: formar una familia. (FILMAFFINITY)
3 de septiembre de 2011
34 de 57 usuarios han encontrado esta crítica útil
Los títulos iniciales me predisponen un poco contra la película (asumo que de forma un tanto injusta) al enterarme de que una de los coguionistas es la que atesora el dudoso honor de dar nombre a una ley de general contestación en los últimos años: Sinde. Tiene además la esforzada Ministra un pequeño cameo de funcionaria en el registro civil, quizá premonitoria de su posterior vocación para la gestión de la cosa pública.

Película notablemente “inverosímil” aunque el consabido rotulo final certifique que se basa en hechos reales. No tenemos noticia del grado de adaptación o desafección con la realidad de lo narrado, pero intuyo que los guionistas se han concedido generosas licencias.

Empecemos por la caracterización del “guapo de cara” Jordi Mollá, muy lejos de dibujar de forma creíble el tipo de delincuente. ¿Cuándo dejará nuestro cine de retratar a los presuntos delincuentes -que en el cine español son doblemente presuntos pues no se los cree nadie- con esa acostumbrada voz ronca, áspera de cazallero que emite aquí Mollá y también Tosar en la también sobrevalorada “Celda 211”?. Las risotadas de Mollá son mas falsas que las que expelía Mozart en Amadeus.

El personaje interpretado por Resines, no es que sea manso, no, es que directamente es bobo, pues las putadas que le infligen de todo orden las digiere con una entereza beatífica que ni se justifica ni por cierta bonhomía derivada de una - apenas apuntada- religiosidad ni por su veneración hacia la “tuerta” que, al contrario de lo que aseguraba el bolero de Machín, ama a dos personas a la vez “y no esta loca”. Todo tiene un límite, incluido para el enamorado más febril. Breve memorial de afrentas se indican en el spoiler.

El numero de situaciones improbables es fecundo, desde la chocante que resulta desde el punto de vista sociológico la casa “do mora” el carnicero (el guión justifica que, en realidad, es la casa de los padres a los que sin duda el espectador alabará su buen gusto) hasta las prórrogas “sine die” de la estancia en la casa del gorrón Mollá, pasando por la (literal) bajada de calzoncillos de Mollá, fuchinga al aire para la cura de sus heridas por su atenta novia(operación realizada con notoria publicidad y alevosía, cuidando que la puerta del baño quede abierta en ángulo directo de visión del canonizable mansurrón para su mayor mortificación), la conversión de la ordinaria “tuerta” en un remedo pijo de Carmen Lomana en breve espacio de tiempo, etc...

Como remate, un clásico en nuestro cine: los abundantes diálogos apenas musitados e inaudibles, problema sin embargo soluble gracias a la TDT que nos permite ahora seguir las películas españolas con subtítulos.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Alvaro3
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