Es patriotera yanqui a tope, propone un revisionismo sobre el Vietnam típico del cine de la era Reagan y bastantes de las escenas son directamente increibles (John Rambo parece inmortal, aunque al lado de muchas pelis de acción de hoy Rambo 2 parece cine realista) pero, seamos sinceros, entretiene una barbaridad y hace que hora y media se te pase volando entre tiros y explosiones, que es de lo que debe tratar el cine de acción.