Una singularidad que encontramos es la absoluta independencia que presenta cada una de las temporadas, por carecer no solo de una correlación sino de una temática, escenario, personajes o narrativa similar. Dicho de otro modo, podemos ver la primera, la tercera o la segunda por separado, o todas por cualquier orden sin que eso interfiera en la comprensión o el disfrute.

Así, por ejemplo, la primera temporada está situada en Luisiana, al sureste de EEUU, la segunda en una ciudad imaginaria del estado de California, justo en la otra punta del país y la tercera en la meseta de Ozark, dentro del Estado de Arkansas en el Medio Oeste norteamericano. Además los personajes son diferentes en cada una de ellas y tampoco las historias tienen nada que ver entre sí. Entonces, ¿Por qué se considera una serie? ¿Qué tienen en común para ser consideradas como tal? Y, tal como lo veo yo, las tres temporadas se pueden clasificar como “drama policíaco” dentro del género negro, crímenes e inspectores de policía encargados de resolverlos.

Pero además, otra razón que encuentro para considerarlas un todo, se refiere a los detectives pues aunque cada historia tiene los suyos y desarrollan su trabajo en distintas localidades y de distinta manera, todos son individuos comprometidos con su trabajo y de ahí que anteriormente dijera que el título se corresponde con el fondo. Se trata de unos verdaderos detectives en el más amplio sentido del término.

Estamos habituados a encontrarnos en las películas norteamericanas con inspectores un tanto plastificados, cortados por el mismo patrón, engreídos, chulos, prepotentes, patriotas y acaso víctimas de la educación patriarcal y machista recibida, más interesados en cerrar los casos que en resolverlos. Los personajes de esta serie sin embargo, son mucho más humanos y cercanos, seres normales que realizan su trabajo de manera vocacional y comprometida, lidiando además con sus problemas personales y de relaciones, porque el creador no elude debate alguno, así, los personajes han de convivir con la adicción al alcohol, las drogas o el sexo, la conciliación familiar su concepción y conducta sexual, sus cuitas y las secuelas y fracasos de su pasado.

En sus diálogos se pueden escuchar cosas como estas: “Algún día quizá encuentres causas para preguntarte ¿Cual es el límite del dolor que experimentas? Y averiguarás que no hay ningún límite porque el dolor es infatigable, es la gente la que acaba exhausta” o en otro momento “Sin duda el alma tiene una parte mutable donde el dolor se confunde con la locura”, o este otro “Para un policía las certezas no existen, muchas veces nada es evidente, así que lo haces lo mejor que puedes y aprendes a vivir con la ambigüedad”