No conocía su existencia, pero ya se sabe que muchas veces lo desconocido encierra grandes sorpresas. En este caso es introducir en una historia de intriga unas fuertes dosis de comedia. El resultado no puede ser mejor.

En un país imaginario se produce una tormenta de nieve que impide la salida de un tren. Los pasajeros se ven obligados a pasar la noche en un hotelillo de segunda hasta el día siguiente. Estos prolegómenos los aprovecha Hitchcok para mostrarnos a la mayoría de los personajes, de un modo que me recordó a cómo introduce a los suyos Agatha Christie en sus novelas. En ellos no encontramos a ninguno convencional, siendo el más "normal" el de la protagonista, una muchacha de buena posición que va a contraer matrimonio sin estar enamorada. El resto va desde una curiosa pareja de obsesivos del criket hasta unos amantes maduritos.

La mayor parte de la acción se desarrolla en el tren, que como se ve, siempre ha sido fuente y pauta de escritores y guionistas para sus historias por el juego que da. En este caso uno de los personajes desaparece misteriosamente y, lo que es peor, esto tan sólo lo afirma la muchacha casadera, que no encuentra quien la crea.

Como dije al principio lo mejor es la hilaridad de muchas escenas, que rozan el surrealismo, y el agudo sentido del humor de las conversaciones entre los protagonistas. La recomiendo para pasar un muy buen rato.

Y es que estos clásicos son una apuesta segura.