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Voto de Francie:
7
7,7
40.804
Drama
Tras un divorcio difícil, Lucas, un hombre de cuarenta años, ha encontrado una nueva novia, un nuevo trabajo y trata de reconstruir su relación con Marcus, su hijo adolescente. Pero algo empieza a ir mal: un detalle cualquiera, un comentario inocente y una mentira insignificante que se extiende como un virus invisible sembrando el estupor y la desconfianza en una pequeña población. (FILMAFFINITY)
19 de mayo de 2013
9 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Interesante película que nos pone frente a una realidad cotidiana cada vez más sangrante: los niños están por encima de los adultos, tienen más importancia que éstos y consecuentemente sus pareceres y manifestaciones son indubitables.
Sí. Quién no se sube a un autobús y ve a un niño sentado mientras que el padre/madre u otro pasajero anciano va de pie sin que nadie le conmine a levantarse. Quién no ha visto alguna vez consentir de todo a una criatura por miedo a la consecuente rabieta o al chantaje emocional. Probablemente estas cosas que señalo son menudencias al lado de la tremenda propuesta que hace la película, pero todo forma parte de lo mismo.
En esta ocasión el protagonista, un señor bondadoso y, por qué no decirlo con un toque de parsimonia y excesivo control de sí mismo algo enigmáticos, comprueba cómo en unas semanas un determinado comentario va a ir destruyendo paulatinamente su vida social, laboral y personal. Irremediablemente. El rol de la niña es enorme en matices y resulta increíble que pueda haberlo plasmado tan magníficamente una actriz tan pequeña. El hijo del protagonista quizá es el personaje más cercano al espectador, desde luego es con el que yo más me identifiqué.
Se han sabido salvar algunos pequeños detalles (spoiler) que podrían restar credibilidad al asunto gracias al tono general, sumamente denso, fiel reflejo de los avatares del protagonista. Quizá sobren algunos minutos, pero los últimos veinte son realmente buenos e ilustrativos del resultado de lo que una calumnia puede hacer con una vida.
Sí. Quién no se sube a un autobús y ve a un niño sentado mientras que el padre/madre u otro pasajero anciano va de pie sin que nadie le conmine a levantarse. Quién no ha visto alguna vez consentir de todo a una criatura por miedo a la consecuente rabieta o al chantaje emocional. Probablemente estas cosas que señalo son menudencias al lado de la tremenda propuesta que hace la película, pero todo forma parte de lo mismo.
En esta ocasión el protagonista, un señor bondadoso y, por qué no decirlo con un toque de parsimonia y excesivo control de sí mismo algo enigmáticos, comprueba cómo en unas semanas un determinado comentario va a ir destruyendo paulatinamente su vida social, laboral y personal. Irremediablemente. El rol de la niña es enorme en matices y resulta increíble que pueda haberlo plasmado tan magníficamente una actriz tan pequeña. El hijo del protagonista quizá es el personaje más cercano al espectador, desde luego es con el que yo más me identifiqué.
Se han sabido salvar algunos pequeños detalles (spoiler) que podrían restar credibilidad al asunto gracias al tono general, sumamente denso, fiel reflejo de los avatares del protagonista. Quizá sobren algunos minutos, pero los últimos veinte son realmente buenos e ilustrativos del resultado de lo que una calumnia puede hacer con una vida.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
En primer lugar, es muy chocante la tranquilidad con la que afronta el protagonista el primer embite de la Directora. Efectivamente parece quedar en estado de shock, pero qué menos que algún tipo de indignación ante una acusación tan fuerte. Es más, alguna frase es incluso confusa y puede dejar lugar a dudas.
Por otro lado, es excesiva la bondad del sujeto, que casi llega a la bobería cuando casi en el desenlace, no teme volver a relacionarse con la niña en un entorno donde puede surgir de nuevo la duda.
Lo cierto es que no sé si demuestra más ingenuidad ahí, o confiando en que el común de sus vecinos haga borrón y cuenta nueva.
La niña, como señalé arriba, sensacional. Fiel reflejo de lo que vive en casa: broncas habituales entre sus padres, quizá alguna desatención; que la llevan ya tan pequeña a tener tics nerviosos en la cara, o un TOC con las líneas blancas de la acera, incluso una especie de subyugamiento por quien se muestra interesado en ella (Lucas) y la ayuda. Parece que todo el mundo apuesta por su gran imaginación, pero por contra nadie repara en la situación que vive y que le ha podido llevar a soltar semejante barbaridad.
Por otro lado, es excesiva la bondad del sujeto, que casi llega a la bobería cuando casi en el desenlace, no teme volver a relacionarse con la niña en un entorno donde puede surgir de nuevo la duda.
Lo cierto es que no sé si demuestra más ingenuidad ahí, o confiando en que el común de sus vecinos haga borrón y cuenta nueva.
La niña, como señalé arriba, sensacional. Fiel reflejo de lo que vive en casa: broncas habituales entre sus padres, quizá alguna desatención; que la llevan ya tan pequeña a tener tics nerviosos en la cara, o un TOC con las líneas blancas de la acera, incluso una especie de subyugamiento por quien se muestra interesado en ella (Lucas) y la ayuda. Parece que todo el mundo apuesta por su gran imaginación, pero por contra nadie repara en la situación que vive y que le ha podido llevar a soltar semejante barbaridad.