Bolas, arañas y ojos: estas son las tres enormes y absurdas razones por las que esta película se va al garete. Lo de la piscina con los tres vegetales me abstengo de comentarlo porque hoy estoy en plan generoso.

Y dirás...¿por qué le das un seis?. ¿Pues no digo que hoy estoy que lo tiro? Lo cierto es que se deja ver bien, es ágil, rápida y siempre te estás preguntando...¿qué se les ocurrirá ahora?. La pena es que con una trama, que en lo que respecta a la historia del protagonista, es buena, se echa a perder por las chorradas que mencioné antes. Resultado: verla una vez, vale, pero dos sería demasiado. Las neuronas pueden acabar en remojo eterno, como los precocs.

En fin... ¿es necesario un simulacro del Gordo de la Lotería para concebir una organización policíaca que se anticipa al crimen? ¿Quien imprime en las bolas los nombres de los "agraciados"? ¿Será el enano que Anthony Blake metió en un cofre para hacernos creer que adivinaba el número? ¿Por qué Cruise sigue teniendo los mismos ojos aunque se los han cambiado?...

Recuerden: Todo lo que han visto ha sido producto de su imaginación... no le den más vueltas, no tiene sentido.