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Voto de Javier Camacho B:
1
Drama Retrato de la vida de Uxbal: padre abnegado e hijo desamparado. Intermediario de la sombra. Próximo a los desaparecidos. Atraído por los fantasmas. Sensible a los espíritus. Superviviente en el corazón de una Barcelona invisible. Sintiendo que la muerte le ronda, intenta encontrar la paz, proteger a sus hijos, salvarse a sí mismo. La historia de Uxbal es sencilla y compleja, al igual que nuestras vidas de hoy. (FILMAFFINITY)
12 de julio de 2011
9 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuando en cine español se dice “Princesas” lo que se quiere decir es prostitutas. Cuando en una producción mexico-española se dice “Biutiful“, además de prostitutas se quiere decir drogas, muerte, enfermedad y en general todo aquello que no tenga nada que ver con la belleza. A menudo (no siempre) en nuestro país utilizan el título para desconcertar al espectador. Es como si predijeran la catástrofe: si la película no gusta, por lo menos epatamos. Aunque después de 150 minutos de metraje, algunos más que sorprendidos, salimos de la sala simplemente decepcionados.

Ya se sabe que cuando se trata del director mexicano Iñárritu no podemos ir al cine esperarando ver una versión moderna de “¡Qué bello es vivir!”. Desde los primeros minutos de escena el director nos promete tragedia. Y no necesariamente acompañada de ninguna enseñanza. Tragedia porque sí. Como en la vida misma, dirían algunos.

Si bien con esta película no demuestra ser un genio del diálogo, he de reconocer la maestría del director a la hora de sugerir significados paralelos, mediante la exposición de imágenes aparentemente elegidas sin ton ni son. Como la de una fábrica que emite gases que, al hilo de la historia, hace pensar en el peligro de una sociedad donde el hombre se destruye a sí mismo y a todos los que le rodean. También llamó mucho mi atención un plano corto de un gusano que se arrastraba sobre una escultura. Sentí que me agobiaba. Al pensarlo, me di cuenta de que esa imagen había activado mi subconsciente y reforzaba la sensación de estar presenciando una historia lenta, monótona y sin ninguna evolución argumental. No se qué otra cosa puede evocar un gusano moviéndose a su velocidad natural.

Pero como todos, este film también encontrará su público. Tras media hora de proyección al preguntarle a un compañero qué le estaba pareciendo me dijo: “espérate, a ver si arranca”. Al terminar, descubrí que le había gustado a pesar de reconocer que le sobraban cincuenta minutos de metraje.

Con esta película, Bardem ganó el premio a la mejor interpretación masculina en el Festival de Cannes.
Javier Camacho B
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