Fuera de discusión está lo que genera Ricardo Darín. ¿Cuánto del éxito le deben las últimas películas en las que participó (pienso en ‘Carancho’, ‘Un cuento chino’, ‘Elefante blanco’ y, sobre todo, ‘Tesis sobre un homicidio’)? Mucho seguramente, porque ninguna de estas películas tiene la excelencia y el peso propio de ‘El aura’ del ruso Bielinsky o -en menor medida creo yo- ‘El secreto de sus ojos’ de Campanella. Y no es que ‘Séptimo’ esté mal, pero sin Darín sería una más del montón.

Dicen que el mejor guión es aquél que no se deja ver. Por momentos, a ‘Séptimo’ se le ven demasiado los hilos y, pese a sus formas pro realismo, pierde naturalidad al narrar mostrando (involuntariamente) su estructura. Esto probablemente sea la causa de su peor defecto: la obviedad. Al otro extremo de los film “tramposos” (la reciente ‘Now you see me’/‘Nada es lo que parece’ por ejemplo, cuya revelación final es absolutamente imposible de acuerdo a su desarrollo previo) donde el espectador es engañado para ser sorprendido con una última “original” vuelta de tuerca, el film de Patxi Amezcua devela todo en los primeros minutos y lo que tenía que ser “La” revelación final no lo es (o, al menos, pierde efecto, porque los que no la pescaron desde el principio seguramente lo sospecharon desde mucho antes que termine la película). Con los arquetípicos personajes de Sebastián y Delia el conflicto se presenta de lleno en las primeras líneas de diálogo y, lo que tenían que ser pistas para atar cabos más adelante, se nos muestran sin sutileza y no hacen más que dejar una sola posibilidad, atentando contra la lógica de entretenimiento propuesta ni bien desaparecen los chicos: encontrar al culpable.

Si bien transmite la desesperación de Sebastián hasta las butacas, la película se detiene en esto de buscar a distintos culpables por demasiado tiempo, estira algunas secuencias hasta el absurdo e introduce algunos personajes (y actores) que no aportan para bien. Después, con el secuestro confirmado, pasan las escenas una tras otra como trompada de loco, algunos giros de la trama parecen forzados y varias situaciones inverosímiles (esto es criticable sobre todo porque el film apunta al realismo): el tratamiento policial/legal del asunto, la manera en que Sebastián consigue los 100.000 dólares (sin consecuencias inmediatas ni futuras, dejando un importante cabo suelto), la transacción con los supuestos secuestradores y casi todo lo posterior a recuperar a sus hijos.

‘Séptimo’ se propone como un film de suspenso, drama familiar y sorpresa que cuenta con dos estrellas como Darín y Belén Rueda (‘El orfanato’). Darín siempre suma y el suspenso funciona por momentos, el resto, en deuda.

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