Presumo que, para los conocedores de Marilyn Monroe, las sensaciones que obtuvieron de “Mi Semana con Marilyn” habrán sido mucho mejores que las mías. De todas formas, es un film más que aceptable y se encuadra en esta “nueva moda” de hacer cine sobre el cine (“El Artista”, “Hugo”, etc.).
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Si bien a veces el film se puede volver tan ciclotímico como la construcción que hace de Marilyn Monroe, por lo general mantiene el ritmo propio de quien cuenta una gran anécdota, una gran historia. Basada en el libro de Colin Clark (el otro personaje principal del film y el punto de vista de esta historia) que describe el rodaje de la película "El príncipe y la corista", protagonizada por la diva y Sir Laurence Olivier. Mezcla de drama y romance, “My Week with Marilyn” ofrece una buena historia y una interpretación brillante de Michelle Williams que le valió varios premios. Enamoramiento y corazones rotos, depresión, lucha de egos, talento innato y teorías de la actuación, set de filmación, etc. son algunos de los tips que trata el film.
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Ambientada en la Inglaterra de los años cincuenta, la película utiliza (obviamente) como su código principal a la actriz blonda, quien es un ícono en sí mismo. Pero además, plásticamente, y más allá de algún que otro efecto, hablamos de un film de escritura clásica, con elecciones medias sobre las que se permanece con coherencia, equilibrio expresivo, funcionalidad comunicativa, facilidad de lectura de las imágenes, predominio de planos total y figuras enteras (aunque muchos primeros planos), limitados fuera de campo, etc. El uso del sonido alterna entre el falso realismo de un escenario musical (cuando canta Marilyn), el énfasis retórico en escenas fuertemente dramáticas y románticas y el acompañamiento discreto en escenas de transición o momentos narrativos menos fuertes. www.quecinemirar.blogspot.com.ar