Haz click aquí para copiar la URL
Argentina Argentina · capital federal
Voto de gonzafer85:
7
Thriller Nueva Jersey, mediados de los 60. Richard Kuklinski, un hombre frío de origen polaco, lleva una doble vida: es a la vez un implacable asesino a sueldo de la mafia pero también un padre de familia casado con dos hijas. (FILMAFFINITY)
17 de agosto de 2013
11 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
‘The Iceman’ tiene algo grandioso: su protagonista. Parte de la magia del cine, de lo inexplicable, de su diferencia con el teatro, tiene que ver “el da o no da” del actor en pantalla. Michael Shannon, casi siempre secundario, ha sido en muchas películas el dueño de la tensión y, por ende, de la atención (del espectador) que le correspondía a los protagonistas. Por suerte, alguien se dio cuenta y en estos últimos años ha tenido protagónicos donde ha demostrado, aparte de sus dotes actorales, su fotogenia. ‘Take Shelter’, ‘Premium Rush’, ‘The Iceman’ y el General Zod en el inicio de una nueva saga de Superman, ‘Man of Steel’.

“Tú y yo estamos demasiado locos para tener familia” le dice su hermano. Basada en hechos reales (se cree que The iceman -Richard Kuklinski- ha asesinado más de 100 personas entre las décadas del 60 y 80) el film apunta a empatarnos, más que con Ritchie (Shannon), con la idea de la doble moral, la del devoto padre de familia y el asesino a sueldo. A inicios del film, en la escena donde un hombre insulta a su prometida luego de perder un partido de pool, suponemos que Ritchie se va a encabronar y le dará una paliza, pero no imaginamos que le cortará la garganta, tan livianamente. Escena siguiente, Ritchie en el hospital recibiendo a su primera hija, Anabel. Esta frialdad, esta falta de empatía propia del psicópata, lleva a Ritchie a abandonar su trabajo como doblador de películas porno (él decía a su mujer que doblaba películas de Disney) para convertirse en matón de la mafia para Roy Demeo (cuando no, Ray Liotta). De ahí en más, como en toda película de gángsters, vemos el ascenso del antihéroe, la creación del mito.

A lo largo del film hay algunas frases claves, sembradas inteligentemente por el director Ariel Vromen de manera que el espectador las pueda recuperar más adelante: “no creo en la mala suerte”; “Dios no tiene nada que ver”. Y serán justamente estos imponderables, actantes del destino, los que marquen el final del mito. Hay una escena genial (la mejor para mí): Ritchie, a punto de asesinar al personaje interpretado por James Franco, lo obliga a rezar para que Dios interceda. Soberbio y desafiante sí, pero un poco también buscando de verdad una respuesta. Cierra con un “supongo que Dios está ocupado”, y dispara. Por supuesto, esto no será gratuito para el grandulón, es el punto de quiebre, el que marca el inicio de la cuesta abajo. Aquí también conoce a otro personaje clave, un irreconocible Chris Evans.

“Un hombre se agranda y olvida lo que es verdad” le dice Roy Demeo. Luego, se nos anticipa el cierre, cuando vemos a Ritchie en el mismo hospital donde nació Anabel, esta vez atropellada adrede por la mafia. Ya en prisión, Ritchie no se arrepiente de nada, salvo de haber lastimado a su familia, lo único que significa algo (todo) para él. Puede que ‘The Iceman’ caiga en algún que otro lugar común (como el “no mato mujeres ni niños”, que poco importa si lo vemos descuartizar y congelar cuerpos) y que no ofrezca nada nuevo dentro del género (¿quién podría con las grandes películas de gángsters que se hicieron?), pero su solidez narrativa, la no existencia de escenas inútiles y la construcción de un personaje que mantuvo a su familia al margen de la verdad durante veinte años (lo que habla también, por debajo, de la familia estadounidense, del “sueño americano”, del rol de la mujer/esposa/madre en una cierta época) confluyen en una película que termina siendo más que atractiva.

Lee más en www.quecinemirar.blogspot.com.ar
gonzafer85
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow