Muchas cosas se pueden destacar de esta obra, pero todas ellas al margen de la historia y lo cinematográfico. Me explico, la naturalidad del mundo gay, los prejuicios sobre sus amores y también sobre las comunidades, como la latina, son puntos destacados en un conjunto de personajes que en pocos minutos ya resultan definidos. Pero la historia se queda, se hace soporífera en diálogos de calle y cocina completamente pobres mientras se pretende enriquecer el drama con escenas sexuales para confirmar que los hombres que se aman hacen el amor y no son pura ternura o cursilería.
Queda pues reflejado el espíritu homosexual de nuestra época, de nuestras metrópolis, pero sí eso es un mérito en sí mismo entonces la serie merece un diez. Yo creo que las historias trascienden más allá de la fotografía.