Puedo asegurar que hay tres momentos graciosos en este filme que, de resto, ni es comedia de lleno, ni película de terror... aunque quiere ser las dos cosas, solo se queda en la noción de parodiar las "exitosas" películas de Actividad paranormal y alinearse entre los falsos documentales que ahora surgen como subgénero, sobre todo del terror.
Marlon Wayans se las apaña para hacer creíble este primer filme del norteamericano Mike Tiddes. A la saga puede ir el papel de Nick Swardson, mezcla de espiritista lujurioso... y ni qué decir de los demás perversos que desfilan por este paisaje flatulento y fantasmagórico.