Las tres palabras que componen el título de esta crítica-reseña pueden mezclarse como bien se quiera y el resultado es el mismo. En él quiero reflejar precisamente lo que puede condensarse como cita puntual en torno a lo que logran aquí James Franco y Seth Rogen: la política es un ejercicio muy cómico e imbécil; la comedia es un género político y, por tanto, imbécil, y si vamos a ser francos, el arte, por su misma "inutilidad" hace lo mejor que pueden hacer los hombres al hacernos creer que es una tontería que no dice nada. Como ha dicho Nietzsche: los chistes nos existen.
The Interview es una película que aparenta ser un chiste, y sin embargo detrás de su candor esconde las uñas para hacerlas brillar en los momentos justos. Si bien, no queda como una gran comedia, tiene la energía para ser bizarra y atractiva, tanto como entretenida y punzante. La pareja Franco/Rogen tiene ya la línea del buen trabajo cómico que los va llevando a ser un dueto -cuando lo hacen los dos- y un grupo -cuando se reúnen con sus grandes amigos- relevante en el panorama de la sátira y la comedia actual.
Llama la atención lo que ha ocurrido con el filme en el plano de las relaciones políticas entre EEUU y Korea del Norte, sobre todo cuando durante muchos años se han hecho el mismo tipo de películas sobre otros dictadores y nada semejante ha pasado. Algo se cocina también detrás de las maniobras para vender el filme; es más, la película misma nos muestra qué es tratar de enganchar.