Yayo es un popular comediante o humorista argentino. La diferencia terminológica no viene al cuento; sin embargo, aquí, en Fase 7, saca un as bajo la manga para brindarle un notable elemento dramático al conjunto de la película.
La historia es buena: Daniel Hendler y Federico Luppi hacen su aporte a las tensiones del filme. El retrato intimista de lo que ocurre cuando llega la catástrofe a casa tiene sus bemoles cuando las situaciones de pareja se presentan. Sin embargo, es bueno que el cine latinoamericano se plantee la necesidad de acercarse a géneros maravillosos de la narrativa universal y nos alejemos del tono documental de casi todas nuestras producciones, incluso las de ficción.