Vale la pena recapturar a Peter Berg como uno de los guionistas más punzantes, fuertes, hasta bizarros de su generación. He visto más lo último, lo más reciente. Solo ahora comienzo a acercarme a títulos como Very Bad Things, el primer filme de este director norteamericano. Como lo he dicho: ¡vale la pena!
Con un elenco que hoy en día viene a ser bastante potente en distintas dimensiones actorales, este filme es uno de los más curiosos del año 98, precisamente porque iba a abrir una puerta para ese peculiar género de películas que involucran drama, comedia, terror, locura, y Las Vegas. También está, por supuesto, la idea de un matrimonio pendiente, en este caso entre los personajes que interpretan Jon Favreau y Cameron Diaz.
A cada señor todo honor: Christian Slater está impecable y muy creíble en el rol de un hombre que conoce mejor las sombras que la luz, y las apariciones de Daniel Stern, Leland Orser y el gran Jeremy Piven hacen que este sea un filme al que haya que volver para mirar el anticipo de ciertos filmes que ahora pululan y que no son tan buenos como este pionero.