Solomon Kane tiene los rasgos típicos de una película que quiere ser funcional. Sin arriesgar mucho, Michael J,. Bassett ha puesto estampa a las aventuras de Solomon Kane y sus devaneos con el bien y el mal. Sin embargo, como ha dejado todo en el plano de la aventura, es como si simplemente James Purefoy interpretara a cualquier otro guerrero, porque no se siente la verdadera tensión que Solomon Kane vive en su carrera ascendente del mal al bien. Por algo Jordi Costa ha llamado al actor el "Hugh Jackman versión serie B".
Sin mayor trascendencia se puede insertar el espectador en esta película de aventuras. Seguro no defraudará tanto a los que esperan simplemente un par de luchas fantásticas como las de los juegos de Play Station.