Así sea un amasijo inabordable, así sea un collage plagado de caprichos y de citas tomadas prestadas, así se trate de una reivindicación surrealista de la escritura con tachones, así se ampare en la filosofía para darse altura y engolarse en su narcisismo, así caiga en el terreno de la recomendación pseudointelectual y la monserga posmoderna, tenía que verla.
La valoración de este filme pasa por ser una provocación: o le pones diez o le pones uno. Tal provocación la asumo con seriedad pues el filme no es malo, ya que alguna idea interesante nos recuerda o replantea, y tampoco es lo que algunos alaban como gran arte. Si la aguantas, si la soportas, si crees que puedes sacarle pelos a las piedras, ahí esta Film Socialisme.