Cuando todo parecía dado para que se diera, a estas alturas, un western de esos que recuperara para estos años el clásico género de tanto aprecio, aparece The Magnificent Seven para hacernos simplemente recordar lo que fueron aquellos clásicos. Ni Washington, ni Hawke, ni Donofrio, pudieron sacar del atolladero este filme que resulta seindo entretenido, como es normal, pero poco provocador, como nos gusta terminar: con ánimo de más al ver tanto cine. Llaman la atención los personajes más extravagantes del filme: Billy Rocks (interpretado por el buen actor koreano Byung-hun Lee) y Red Harvest (interpretado por Martin Sensmeier, una novedad para este comentarista). Se puede agregar a la lista de buenas impresiones la que deja la joven Haley Bennett, quien interpreta a Emma, una chica llena de odio, que respira venganza y conecta a su pueblo con los siete magníficos.
Pero la película se cae por su caos -a lo Antoin Fuqua- y por su antagonista, un muy pobre Peter Sarsgaard que no genera ningún temor y a quien se le puede descontar que todos creemos que va a caer ante los siete héroes de turno.