Con un ambientación impresionante, propia de las grandes producciones de la BBC, se emitió esta serie basada en la novela de Susanna Clarke. De hecho, detrás de ella vienen varias cositas por comentar. Es la esposa de uno de los escritores de ciencia ficción más conocidos en el mundo inglés, Colin Greenland, y, además, su libro ha sido reconocido como uno de los más importantes dentro del género fantástico. Sin ser incontables, sí son muchos los reconocimientos de Jonathan Strange & Mr. Norrell obtuvo entre lectores y críticos. Baste mencionar, por ejemplo, que el texto fue nominado premio al mejor libro británico de ficción en el 2005, y ganó los premios Hugo y Locus de ese mismo año. Un reconocimiento que ya muchos desean para sus trabajos en los géneros de la ciencia ficción y la fantasía.
Sabemos que las distancias entre los libros y sus adaptaciones son realmente grandes. Ahora, como no he leído aún el libro, no podría decir qué tanta hay entre la novela de la señora Clarke y la serie. Sin embargo, la producción deja un agradable sabor, si bien se puede suponer que siertos aspectos están mejor relatados en las páginas de la historia. La serie es ambiciosa y recrea con claridad la vida y el ambiente de la Inglaterra del siglo diecinueve. Nos movemos con mucha tranquilidad por los escenarios de las guerra napoleónicas y por las palaciegas habitaciones de los parlamentarios y magos que hacen parte de esta truculenta narración. Sin llegar a ser la serie más entretenida o intrigante de la televisión reciente, los méritos actorales y artísticos de Jonathan Strange & Mr. Norrell la pueden unir a los grandes productos de esta segunda década del siglo veintiuno.