Como ya lo menciona el título de esta crítica, Polansky ha utilizado el tema del "elemento extraño en un ambiente rutinario" infinidad de veces (Knife in the Water, Cul-De Sac, Bitter Moon, Carnage, y en cierta forma The Tenant, pero a esta no la incluyo del todo), tantas que ya lo podríamos poner como un género en sí mismo, pero el por qué al director le atrae tanto este tipo de historias no lo podría responder yo, sin embargo aquí les menciono que esta película es la mejor realizada de todas las que tocan el tema, una cinta que hace un muy buen uso del suspenso, gracias tanto a la música que no asfixia y solo aparece donde debe (en las escenas dramáticas por ejemplo), a una fotografía oscura y que se aprovecha precisamente de esos lugares en donde casi no hay luz (como también es ya un sello de su director en cintas como Rosemary's Baby, Chinatown, etc.) y un manejo de la cámara espléndido, con tomas exactas y sin escenas de sobra.
Ahora bien, el meollo del asunto es una venganza sobre una violación en un país latinoamericano que acaba de ser abolido de una dictadura, el acierto más grande en el guion está en dejar todo a la imaginación, nunca vemos escenas de dicha dictadura, nunca vemos la violación a que fue sometida la protagonista, pero todo nos queda claro con los diálogos, tan bien construidos y con una poderosa forma de narrar los hechos. Sin embargo es el mismo guion en donde encuentro su único error, y es que ver a actores angloparlantes, precisamente hablando en inglés, no hace que uno se crea que están en un país latino, mucho menos al ponerles nombres latinos, mismos que los actores pronuncian con cierta dificultad, creo que lo mejor hubiera sido situar la cinta en un país angloparlante.
Ahora el punto que más le agrega sabor a la cinta, las actuaciones: Stuart Wilson lo hace bien, sabe cómo manejar esa paranoia de no saber qué está pasando ni quién tiene la razón, paranoia que se contagia al espectador puesto que tampoco se le muestra la verdad absoluta. Ben Kingsley como siempre es estupendo, como uno no sabe si en verdad es culpable o no, de todos los crímenes que se le acusan podemos decir que es uno de los personajes más terroríficos que se han hecho, aunque nunca lo vemos en realidad haciendo algo malo, el actor sabe cómo darnos lástima al verse humillado, y cuándo demostrar dolor, y todo en la misma película. Sigourney Weaver nos brinda la mejor actuación de su carrera (o por lo menos la mejor que le he visto, que, por cierto, suena injusto que la hayan excluido de todo premio posible), como ya lo mencioné, su forma de narrar su historia, y la forma en que de repente se vuelve una "femme fatale" de la noche a la mañana es de admirársele, con todo y que está cometiendo un acto de venganza atroz, nunca en la película pierde esa sensualidad y erotismo que la caracterizan.