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Voto de cinedeautor:
8
Drama. Comedia Greg pasa el último año del instituto de la forma más anónima posible, evitando todo tipo de relaciones, mientras en secreto hace extrañas películas con su único amigo. Esta situación cambiará cuando su madre le obliga a hacerse amigo de una compañera de clase con leucemia. (FILMAFFINITY)
24 de septiembre de 2015
28 de 33 usuarios han encontrado esta crítica útil
Siempre es difícil plasmar en la pantalla un tema tan doloroso como es una enferdad, sobre todo cuando el perjudicado es un adolescente. El riesgo de caer en la sensiblería y en el llanto fácil es muy alto. Algo similar le ocurrió a Bajo la misma estrella, que probablemente fue la película que más salas de cine inundó con las lágrimas de miles de espectadores.

Yo, él y Raquel se aleja de esa fórmula. No quiere que nadie tenga un pañuelo durante las casi dos horas que dura la película. Al contrario, quiere que te rías y te diviertas. Leyendo la sinopsis puede chocar pero la realidad es que su fórmula está rozando el universo que creó el imaginativo Wes Anderson. Porque, ¿en qué se basa uno para decir esto? Pues en que todos los elementos característicos del director texano los podemos encontrar fácilmente aquí. Estoy hablando, sin duda, de la colorida y cuidadísima puesta en escena, de los personajes tan característicos como extravagantes, de los diálogos llenos de un humor sutil, de la división por capítulos o, ya si nos metemos en la parte técnica, de los movimientos rápidos de cámara, de la unión de una escena con otra mediante barridos o de los planos atípicos pero muy ingeniosos. Todo está milimétricamente colocado y compenetrado. Se nota que Alfonso Gomez-Rejon ha trabajado con directores de la talla de Alejandro Gonzalez Inarritu o Martin Scorsese.

Ya nos dice Greg varias veces durante la película que no va a ser la típica historia de amor y enfermedades: "She survives... Don´t freak out". El motivo es que la trama no gira en torno a ella sino en torno a él. La enfermedad es simplemente una excusa para ver el proceso evolutivo de Greg. Hasta el momento solo había sido un crío que no sabía el futuro que le aguardaba y que simplemente se dedicaba a crear cortos junto con su "co-worker" Earl imitando los grandes clásicos del cine con los que se crió. Esas películas clásicas también nos indican, de forma indirecta, la personalidad suya. En su habitación tiene un poster de Los 400 golpes, film que ve de hecho en un momento dado. Y es que Greg tiene mucho de Antoine Doinel. Justamente la parte que sale es la última escena, cuando Doinel está en la playa y se da cuenta que empieza una nueva vida, pero no sabe el futuro que le deparará.

La amistad con Rachel producirá un cambio en él y conseguirá empatizar por primera vez en su vida con alguien - conocer una amistad de verdad-, donde realmente tenga sentimientos hacia la otra persona.

Si la película, en sus dos terceras partes, está envuelta en una comedia, tomándose con cinismo incluso la enfermedad (doomed relathionsip), es porque Greg inicialmente no siente nada por Raquel y solo será a medida que más está con ella cuando el drama (la gravedad del asunto) y sus sentimientos irán ganando en importancia.

Y después de estar una hora y media con sonrisas y carcajadas, el último tercio de la película está dominado por la tristeza y las lágrimas. Es, sin duda, un final maravilloso y que pone la guinda al pastel de lo que viene siendo una de las películas del año.

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cinedeautor
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