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Voto de william muny:
8
6,4
13.415
Terror. Drama
Owen es un niño triste (Kodi Smit-McPhee), maltratado por sus compañeros de clase y abandonado por sus padres divorciados; sin embargo, algo cambiará en su solitaria vida cuando conozca a Abby (Chloe Moretz), una nueva y misteriosa vecina, que vive con su silencioso padre (Richard Jenkins), y con quien entablará una particular amistad. Remake norteamericano de la celebrada película sueca "Déjame entrar" ("Let The Right One In"). (FILMAFFINITY) [+]
22 de octubre de 2010
24 de 33 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es ineludible el pensamiento de que serán muchos los que de antemano rechazarán esta producción, no sin cierto fundamento dado algunos antecedentes, y que por ende la prejuzgarán y condenarán sin darle la más mínima oportunidad para demostrar su valía, un gesto injusto con una película notable e inteligente cuyo único crimen es haberse inspirarse en un film previo muy respetado por buena parte de la comunidad cinematográfica, producción a la que rinde sincera pleitesía y respeta sin mancillar su recuerdo mientras que, lejos de limitarse a ser una burda copia comercial sin más, centra sus esfuerzos en reforzar y enriquecer su esencia con un discurso narrativo que resulta tan personal e independiente como complementario, aportando una nueva mirada tan satisfactoria y estimulante como la del original en su momento que sabe contrarrestar la evidente pérdida del factor sorpresa con un ejercicio de estilo de sorprendente solvencia fílmica.
Y es que esta ‘Déjame entrar’ es uno de los mejores remakes de los últimos tiempos, un ejemplo modélico de lo que es y debe de ser un remake, un film muy trabajado que mantiene las líneas maestras de su modelo sin desvirtuarlas ni dejar que este referente esclavice cobardemente su propia propuesta narrativa, y que además nos descubre a un nuevo diamante en bruto bajo el nombre de Matt Reeves, a quien prácticamente descubrimos como el aparente brazo ejecutor de JJ Abrams en la notable 'Monstruoso' y que aquí revela la sensibilidad de todo un prometedor cineasta en ciernes con una buena mano en la realización que por momentos, incluso, mejora a la de Tomas Alfredson. En definitiva, una producción más que interesante que se gana a pulso el derecho a ser vista, y que junto a títulos como la reciente 'The Crazies' obliga a replantearnos la catalogación del término "remake" como non grato.
Si bien valoro sus virtudes y se me hace evidente la calidad de su propuesta, no es menos cierto que es un film que no ha calado en mi y al que mi memoria no suele recurrir apenas un año después de haberla visto. En este sentido, considero que el remake le ha ganado la mano al original aunque sólo sea por el ajuste cultural de un modelo narrativo más próximo a mi educación como espectador, un caso similar al de 'The Ring' en el que la versión norteamericana resultaba más efectiva por beneficiarse de un modelo de producción al que la audiencia occidental está más acostumbrado, y que quizá siendo purista puede que no sea estrictamente mejor, pero si al menos más accesible aumentado con ello su eficiencia y, siendo prácticos, funcionalidad práctica. Y todo ello sin la necesidad de recurrir a un gran estudio, lo que al igual que con 'Kick-ass' ha permitido que no se hayan encontrado interferencias "maliciosas" en su proceso creativo.
Y es que esta ‘Déjame entrar’ es uno de los mejores remakes de los últimos tiempos, un ejemplo modélico de lo que es y debe de ser un remake, un film muy trabajado que mantiene las líneas maestras de su modelo sin desvirtuarlas ni dejar que este referente esclavice cobardemente su propia propuesta narrativa, y que además nos descubre a un nuevo diamante en bruto bajo el nombre de Matt Reeves, a quien prácticamente descubrimos como el aparente brazo ejecutor de JJ Abrams en la notable 'Monstruoso' y que aquí revela la sensibilidad de todo un prometedor cineasta en ciernes con una buena mano en la realización que por momentos, incluso, mejora a la de Tomas Alfredson. En definitiva, una producción más que interesante que se gana a pulso el derecho a ser vista, y que junto a títulos como la reciente 'The Crazies' obliga a replantearnos la catalogación del término "remake" como non grato.
Si bien valoro sus virtudes y se me hace evidente la calidad de su propuesta, no es menos cierto que es un film que no ha calado en mi y al que mi memoria no suele recurrir apenas un año después de haberla visto. En este sentido, considero que el remake le ha ganado la mano al original aunque sólo sea por el ajuste cultural de un modelo narrativo más próximo a mi educación como espectador, un caso similar al de 'The Ring' en el que la versión norteamericana resultaba más efectiva por beneficiarse de un modelo de producción al que la audiencia occidental está más acostumbrado, y que quizá siendo purista puede que no sea estrictamente mejor, pero si al menos más accesible aumentado con ello su eficiencia y, siendo prácticos, funcionalidad práctica. Y todo ello sin la necesidad de recurrir a un gran estudio, lo que al igual que con 'Kick-ass' ha permitido que no se hayan encontrado interferencias "maliciosas" en su proceso creativo.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
La apuesta por realizar un film igualmente elegante, sobrio y adulto sin miramientos hacia las necesidades que el box office pueda requerir se hace patente; también se insiste en la atmósfera depresiva, perturbadora y oscura aun cambiando algún que otro tono de su paleta visual. Hablamos de una producción inteligente y no oportunista, de un film de género que en todo caso suma un toque algo más estilizado y pulido en algunos aspectos retocando ciertos detalles relevantes pero secundarios, e igualmente centrado en la creación de una atmósfera climática salpicada por el efectismo ocasional requerido, y cuyas concesiones lo son sólo ante la propia historia. Tal vez se pierde algo en la sutileza del fondo dramático a cambio de dotar de un ritmo más consistente a la propuesta, uno de los grandes hándicaps de un original que adolecía de una cadencia que terminaba por resultar algo aburrida y reiterativa, y donde las palabras rellenan parte de los silencios, se acortan los tiempos de las transiciones y lejos de perderse los matices subversivos de algunos instantes éstos se ven paliados por otros apuntes visuales que fortalecen el entramado del conjunto, tales como el hecho de que nunca le veamos la cara a la madre del protagonista merced a una planificación más que ejemplar.
Reeves además le aporta una mayor tensión al conjunto, especialmente en las escenas que se prestan a ello, con una puesta en escena igualmente elegante y sobria, pero con algo más de vigor y que mantiene intacta una sensación de espesa estilización de su argumento que va más allá de algunos cambios en el planteamiento de algunas secuencias, especialmente los muy acertados que atañen al personaje que encarna Jenkins, o de la adición de un prólogo, "pequeñas diferencias" que decía Travolta en Pulp Fiction, y que marcan una distinción evidente aunque sutil entre las dos versiones. Mismamente la labor de los intérpretes con las consabidas discusiones en torno a quién lo hace mejor en las diferentes versiones y bla bla bla. En este caso es innegable que Kodi Smit-McPhee y Chloe Moretz están fantásticos en sus interpretaciones tanto como impecables resultan Jenkins o Koteas en su roles secundarios pero no menos importantes. ¿Mejor o peor que...? Sobre gustos... pero lo dicho, sobre gustos.
Aunque puede que para muchos innecesario, término no exento de cierta inconcreción hipócrita, la existencia de ambos films, dos producciones adultas y serias que anteponen el alma de su fondo dramático al interés condescendiente de agradar a una audiencia media, resultan plenamente compatibles por cuanto ambos ofrecen dos propuestas sumamente interesantes, mayormente satisfactorias y plenamente válidas. Y aunque se apoye evidentemente en los méritos del trabajo de un film previo no por ello hay que dejar de valorar sus propios méritos : dejémoslo en un empate técnico en el que el remake tal vez sea "algo mejor, pero donde el "original llegó primero y sin un modelo al que seguir.
Reeves además le aporta una mayor tensión al conjunto, especialmente en las escenas que se prestan a ello, con una puesta en escena igualmente elegante y sobria, pero con algo más de vigor y que mantiene intacta una sensación de espesa estilización de su argumento que va más allá de algunos cambios en el planteamiento de algunas secuencias, especialmente los muy acertados que atañen al personaje que encarna Jenkins, o de la adición de un prólogo, "pequeñas diferencias" que decía Travolta en Pulp Fiction, y que marcan una distinción evidente aunque sutil entre las dos versiones. Mismamente la labor de los intérpretes con las consabidas discusiones en torno a quién lo hace mejor en las diferentes versiones y bla bla bla. En este caso es innegable que Kodi Smit-McPhee y Chloe Moretz están fantásticos en sus interpretaciones tanto como impecables resultan Jenkins o Koteas en su roles secundarios pero no menos importantes. ¿Mejor o peor que...? Sobre gustos... pero lo dicho, sobre gustos.
Aunque puede que para muchos innecesario, término no exento de cierta inconcreción hipócrita, la existencia de ambos films, dos producciones adultas y serias que anteponen el alma de su fondo dramático al interés condescendiente de agradar a una audiencia media, resultan plenamente compatibles por cuanto ambos ofrecen dos propuestas sumamente interesantes, mayormente satisfactorias y plenamente válidas. Y aunque se apoye evidentemente en los méritos del trabajo de un film previo no por ello hay que dejar de valorar sus propios méritos : dejémoslo en un empate técnico en el que el remake tal vez sea "algo mejor, pero donde el "original llegó primero y sin un modelo al que seguir.