Empecé a ver esta película con la esperanza de encontrarme con el peliculón del que hablaban, pero para mi desgracia, me equivoqué. La historia empieza bien y es interesante, pero la última media hora es tan liante y mal hecha en la que sólo se van a la cama, y de la cama al coche, y del coche a la cama. La historia, en definitiva, está metida con calcetín. Penosa. La música de Howard Shore es buena, pero es tan monótona y la repiten tantas veces que llega a cansar, conmigo lo ha conseguido.
Tenía mis dudas, ahora no. Cronenberg está como una puta cabra. Primeros planos de vaginas, masturbaciones en primer plano también. Luego, hay que estar muy loco para hacer semejante guión del que no voy a hablar, pero que es para a)enfermos mentales b)sadomasoquistas c)David Cronenberg. Si perteneces a alguno de esos tres entonces te gustará la historia. Y luego para poner la guinda al pastel, planos de cinco minutos en el que vemos una carretera, para eso me asomo al balcón de mi casa que pasan menos coches, pero da igual, lo importante es que pasen.
Los actores, bueno, poco se les ve actuar, más bien se les ve procrear, porque es el elemento más abundante de la película junto a los choques de coche.
Le pongo un tres porque la primera hora, pese a haber sexo y tal, es bastante interesante sobretodo porque al director aun no le ha entrado la paranoia y se puede ir entendiendo. Otra cosa que le baja la nota es la monotonía de las escenas, algo como: sexo, sexo, choques, sexo. Y así durante la última media hora.
Si este es el mejor Cronenberg yo me retiro y me voy a la residencia de ancianos a jugar al parchís mientras me explican sus anécdotas de guerra porque vamos...si sigo viendo Cronenberg acabaré en el manicomio de Sant Boi, que me pilla al lado de casa.
Por último y me dirijo a ti, si a ti, al que estás leyendo esto. Si aun no has visto la película esta y tienes pensado verla, te recomiendo que no lo hagas, la vida es corta y hay muchas más cosas que uno puede hacer, todas mejor que esto. En serio, hazme caso.