Intensa y prometedora ópera prima del joven Carlos Marqués-Marcet. El tema es de máxima actualidad y, de hecho, muchas parejas jóvenes se ven hoy en día en situaciones similares en las que no es sencillo conciliar la promoción profesional y la vida sentimental. Marqués-Marcet nos detalla el progresivo declive en la relación de una pareja de Barcelona, estable hasta entonces, determinado por la separación durante un año a partir de la obtencion de Alex (la chica) de una beca en Los Angeles.
El tratamiento formal es austero y radical , sólamente vemos en pantalla a Sergi y Alex y sus exiguos apartamentos; y a menudo se nos muestran las imágenes a través del Skype, que es la herramienta que emplean para seguir en contacto directo. Esta audacia estructural deviene en un tour de force continuo que se salda con éxito; eso sí, la honestidad de la propuesta lleva implícita su propia limitación, el rigor cibernético ( tanto Skype y Google Maps) y la contención en la narración pueden cansar en algunas secuencias,
Ante tamaño desafío, los actores -desconocidos para mí- sostienen y dan lustre a un meditado guión; sobre todo David Verdaguer, que derrocha naturalidad (a pesar de su turbia dicción).
Por tanto, Marqués-Marcet, otro nombre a tener en cuenta en el panorama del nuevo cine español; para que luego digan que aquí no se hace buen cine (en el último año "10.000 km", "La herida", "Stockholm", "Todos queremos lo mejor para ella"...)