Película de acción, llena de explosiones, con un guión básico y fácil de seguir, hecha para pasar el rato, en fin es exactamente lo que esperaba.

A veces este tipo de cine resulta bueno como terapia, te desconectas del mundo, de tus problemas diarios y te sumerges en este otro mundo de violencia explicita, en medio de diálogos que de pronto te sueltan una sonrisa, donde identificas al bueno, al malo, al que se van a echar al plato, al que no se va a salir con la suya, etc.

No esperen el peliculón del año, no busquen mensajes, no busquen nada más que pasar un rato de irreverente entretenimiento y así puedan descargar sus tensiones acumuladas. Muy buen pretexto para desconectarte de la realidad.