......... sin explicarnos por qué ni cómo, nos transforman a Julián, de un pedófilo sin aparente intención de agredir a ningún niño, a un pederasta calculador lanzándose sobre su indefensa presa. 
Lo que era una estupenda peli para reflexionar sobre como la sociedad arruina la vida de un muchacho de muy buen corazón, que no ha hecho daño a nadie fantaseando en una realidad virtual (como hace cualquiera que juegue a un videojuego violento), se convierte en la clásica historia de rarito= monstruo peligroso.

Por fantasear, lo hago pensando que la peli se rodó sin la escena de la caza del niño, incluyendo la posterior del hospital y los cuidados de Diana, quedando una peli redonda. Que alguien la vió, puede que hasta el propio autor, y dijo: "no puede ser que el pedófilo sea héroe por salvar a un niño y víctima de la sociedad. No podemos enviar ese mensaje porque nos machacarán". Y es entonces cuando decidieron rodar ese pegote inexplicado que estropea toda la historia.
Lo dicho, me quedo con la sensación de que se pretendía hacer algo valiente e innovador y finalmente entró el miedo a salirse de lo convencional y plantear bien el debate. Otra vez será Carlos Vermut.